viernes, 25 de febrero de 2011

El aire de Madrid

El aire de Madrid está contaminado es evidente; con mirar hacia lo alto se ve a simple vista. Que es un tema que preocupa ha podido verse en la presentación del informe "La calidad del aire en la Comunidad de Madrid": más de cincuenta medios acreditados en la sede de Ecologistas en Acción.
Sus autores, además de la asociación conservacionista, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid y la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid. El informe se elabora con los datos recogidos por las 23 estaciones instaladas por la Comunidad de Madrid en seis zonas de su territorio, junto con las 24 estaciones del Ayuntamiento de la capital.
"Los datos sobrepasan los límites de protección de la salud fijados por la legislación vigente, pero lo hace en mucho mayor medida sobre las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud", explica Francisco Seguro, uno de los responsables de su elaboración.
La conjunción de una situación atmosférica en la que un persistente anticiclón impide desde hace muchos días la circulación del aire, junto con el excesivo empleo de vehículos particulares habitual ha producido esta situación, a todas luces preocupante a tenor de los datos hoy aportados por los ecologistas.
Las partículas en suspensión, el dióxido de nitrógeno y el ozono troposférico son los tres contaminantes más perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
El valor límite diario de las primeras se rebasó en tres estaciones: Torrejón, con 65 superaciones durante 2010; Alcalá de Henares, 47 y Leganés, 37. La ley no permite más de 35 superaciones anuales. Si se hiciera caso de lo que señala la OMS, todas las estaciones de la región menos tres han superado tales índices.
Respecto al dióxido de Nitrógeno, el valor límite legal está en 40 migrogramos por metro cúbico, habiendo sido superados en Coslada y en Leganés, además de en la ciudad Madrid.
Respecto al ozono troposférico, según ley sus valores máximos no deben superar una media de 120 microgramos por metro cúbico durante ocho horas continuadas más de 25 días por año. Ocho de las 23 estaciones de la región los superaron.
Los ecologistas recuerdan que "de acuerdo con la legislación vigente, tanto el Ayuntamiento de Madrid como el Gobierno Regional, están obligados a redactar y aplicar un plan para reducir los niveles contaminantes, pero se han limitado a eludir el problema, sin tomar ninguna medida efectiva para reducir el tráfico de automóviles", denuncia Segura.
16.000 muertes anuales
El problema no es que se anuncien o no los niveles legales, el verdadero problema es la probada incidencia de estos niveles en la salud. "La contaminación actual produce 16.000 muertes prematuras anualmente en España", señala Javier González Medel, médico portavoz de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid.
Según asegura Medel, diferentes estudios científicos certifican que situaciones de polución como las que vivimos estos días en Madrid, "aumentan al menos el 5 por ciento la mortalidad general".
"Podrían evitarse 2.000 muertes al año en la región, cifra mucho más importante que las 80 personas fallecidas por accidentes de tráfico o con las 275 que fallecieron en 2010 por la gripe A, mucho más conocida y ante la que se dispusieron más medios que contra la polución", señala Medel.
Accidentes cardio y cerebrovasculares, episodios pulmonares y tumores son las enfermedades más recurrentes. Niños, ancianos y pacientes los colectivos más sensibles a la polución.
A favor del transporte público
Las recetas de los ecologistas son de sobra conocidas y todas pasan por reducir el uso del vehículo privado y potenciar el transporte público.
"Es imprescindible una verdadera promoción del transporte público", subraya Ignacio Murgui, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, para quien "el precio del transporte no debe de recaer en el precio del billete". La reducción viaria es otra medida decisiva, en su opinión, para luchar contra la contaminación reinante. "Actuaciones como el plan de carreteras de la región o la reforma de la M-30 sólo sirven para atraer más coches", explica Murgui.
También señalan necesaria la restricción del tráfico mediante cánones de acceso y prohibiciones en el centro de la capital. "Hace tiempo que el tráfico en el centro tenía que haberse hecho mucho más restrictivo", asegura Murgui.
En ciudades como Atenas, el centro está vetado un día sí y otro no a los coches según la terminación par o impar de su matrícula. En Londres se cobra una tasa de circulación a los vehículos privados que acceden al centro. En Bruselas se establece un máximo de 90 km/h cada vez que se alcanzan los límites, aparte de una apuesta municipal decidida por el uso de la bicicleta, con puestos de alquiler prácticamente en cada parada de metro. Y así la práctica totalidad de las capitales europeas.
Políticas que chocan con la del consistorio madrileño quien, según denuncian los ecologistas, sólo los dos últimos días ha marcado una tibia recomendación en los paneles de la M-30, aconsejando a los ciudadanos utilizar el transporte público, para nada reforzado bajo las actuales condiciones.
Consejo al que los madrileños no han hecho ningún caso. El tráfico sólo se ha reducido en el centro el 0,23% en estos dos días. "Nadie hace caso a este tipo de recomendaciones, urge tomar medidas contundentes como limitar el acceso al centro, favorecer el uso del transporte público y apostar por la bicicleta, si se ha limitado el tráfico ha sido por la crisis económica", advierten los ecologistas.
Denuncian los autores del informe el abandono de alternativas como el uso de la bicicleta. El plan de alquiler y construcción de carriles bicis, anunciado hace un año a bombo y platillo por el concejal de Movilidad Pedro Calvo, se paralizó casi de inmediato por el endeudamiento del consistorio madrileño.
Omisión de medidas por el Ayuntamiento
Hace cinco años, Gallardón pergeñó un plan contra la polución, dentro de la Estrategia Local para la Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid 2006-2010.
Pretendía que en 2008 los vehículos privados no pudieran acceder al centro, en el área comprendida entre los paseos del Prado y Recoletos, las rondas de Bailén y Feraz y las calles de Rosales, Marqués de Urquijo, Alberto Aguilera y Génova.
La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Ana Botella, llegó a asegurar que en 2010 Madrid cumpliría los estándares señalados como de calidad ambiental por la normativa europea. El plan fue dotado con un presupuesto de 500 millones de euros. Jamás fue puesto en marcha.
Desde el Ayuntamiento señalan que sí se han tomado medidas, como la tunelación parcial de la M-30. Algo que lejos de evitar los embotellamientos que se producían en la zona, los ha trasladado más al norte. Los conservacionistas señalan que, todas las tardes, se forman largas retenciones de vehículos que se prolongan varios kilómetros, desde la Casa de Campo hasta el nudo de Puerta de Hierro.



Noticia publicada por: Javier Martínez Boix

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